jueves, 7 de agosto de 2008

Memoria ... triste fin

A veces somos enemigos de nosotros mismos. El sempiterno adiós a la memoria a veces nos maldice. Estudios no tan recientes (pensad que la década del cerebro fue los noventa) confirman que las emociones són un factor de éxito para la memoria. Se preguntásemos sobre el 21 de septiembre de 2001, cuando pasó el horrendo ataque a las torres gemelas, diria yo que estaba dormido. Me desperté a las 13 horas, era un festivo, encendí la tele y veí uno de los edificios en llamas. Me recuerdo que la Tv estaba sin sonido, no porque no estaba puesto pero sí por lo estupefacto que estaban los periodistas.. Recuerdo medio entre la borrachera de la noche anterior y el sol intenso de barcelona, el miedo, la apreensión y estupor..sí...21 de diciembre de 94, era mañana, mamá llegó en casa llorando, mí padre venías detrás, el nono Antonio había muerto. 2 de setembro de 93...llamada a las 6 am. Daniel contesta el fijo. Regis, Cegatto e Alessandro habían se accidentado en Jaguari. Y Regis estaba muerto. Me acuerdo de la expresión de impotencia, mi hermano serio, inmovil, desacreditado. Brasil ganara el mundial contra Yolanda este mismo día...Dicen lo mismo de la muerte de Kennedy, todos los americanos sabían exactamente lo que hacían...Sí que el factor emocional nos hacen acordar de las cosas...no siempre buenas, gracias al hipocampi, área de la memoria negativa, tragedia griega fisiológica...Sí la memoria nos juega unas malas pasadas para siempre...

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