Cuando eres un niñato tiendes a confundir personas y sentimientos. Me acuerdo que cuando veía la TV de domingo, el programa que se llamaba El fantástico, de varietés, siempre pensaba que Antonio Carlos Magalhaes era el mismo Roberto Marinho, y pensaba que a parte de saliren a menudo a la TV, parecían majos, buena gente, así como del grupo... Mí tío se parecía a Jesus Cristo, y en la Iglesia me preguntaba porque era tan famoso, alguién que vivía en un pueblo tan pequeño como Formigueiro y que por cierto era mí tío... El tiempo passó, ACM no era tan majo, y lo aparecer tanto en la TV era gajes del oficio, común a los políticos que tenian que se explicar... Mussolini no estaba vivo como dijo una colega de la primaria en Santiago, ní Saddan era tan democrático, como imaginé en mi infancia... Llorar no resolvía problemas reales, divertirme no era los mismo que ser feliz y tener una bici no resolvería los problemas de mí vida como pensaba con mi Monarca nueva... que la primera novia no sería para toda la vida, ní tampoco la última, que aprender idiomas no es facil así como hacer amigos...todo cambió. No obstante algo sí que quedó, el miedo del mar, de la oscuridad, de las alturas y el de ser llamado otra vez RAFAEL LUIS...
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